“La tierra a reformar debería ser la ociosa, que está concentrada y tiene potencial agrícola”

Durante la sesión protocolaria de la versión 92 del Congreso Nacional de Cafeteros que se realiza en Bogotá, la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, se refirió a la importancia de desarrollar una reforma agraria diferente a la que "una entidad realizaba compras e intervenciones de tierras que no lograban atacar los extremos del latifundio improductivo y del microfundio, en los cuales la agricultura se vuelve cada vez más frágil".

De acuerdo con la jefa de cartera, la media de las unidades de producción agropecuaria es de una hectárea y media. Aseguró que esta situación, que es muy visible en la caficultura, no es diferente a los otros sectores de la economía agrícola.

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“Esa hectárea y media de promedio de unidad de producción agrícola es la que nos abastece de la mayor parte de nuestra alimentación. Si los colombianos hicieran consciencia sobre cómo este problema de la microfundización de la tierra productiva, que también se refleja en la concentración ociosa de tierras productivas, tiene una relación tan directa con el estómago, todo el mundo estaría de acuerdo en que el campo tiene que cambiar su paisaje”, resaltó Mojica.

Según la ministra, la reforma agraria que propone el Gobierno actual no solo tiene que ver con la aplicación de instrumentos de tierras. "Aunque pasa por ahí, se basa en poner la tierra productiva a trabajar".

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“Es un propósito que se ha tenido desde el inicio de la República, pero no se ha logrado también en parte frente al desdén por el agro. Pero una economía tan importante como la caficultura nos demuestra que la agricultura puede ser ese nuevo oro y petróleo para nuestro país”, manifestó.

Lograr el desarrollo de la agricultura, según Mojica, implica unas apuestas enormes en desarrollo y productividad. “La tierra que debería ser reformada es la ociosa, que está concentrada, que tiene potencial agrícola. Nosotros no queremos seguir aplicando políticas de tierra que busquen expandir cada vez más adentro de la selva o más arriba de la montaña el páramo la frontera agropecuaria”, agregó.

Desde el Gobierno esperan que la tierra, dentro de la frontera agrícola, se use y reparta, en ayuda también de la financiación que otorgan. Este año han trabajo en una política de subsidios y arreglos para que el crédito agro crezca cada vez más. “Necesitamos que el Banco Agrario crezca el doble, hacer que Finagro reactive mecanismos que antes se habían dejado en desuso como el ICR y el Fondo Agropecuario de Garantías”, añadió.

La sostenibilidad como futuro del agro

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Aunque hay sectores del agro que están lejanos y les cuesta trabajo plantearse discusiones sobre la sostenibilidad o sobre la descarbonización de la agricultura, hay otros que son muy cercanos como el del café. De acuerdo con Mojica, hay discusiones a las que no se tienen respuestas y se vienen planteando, por ejemplo, sobre poder cumplir los estándares de la Unión Europea, pero también sobre los temas de aportar a la mitigación de los efectos del cambio climático.

Medidas tomadas desde MinAgricultura en torno a la caficultura

Según la ministra, es importante ampliar las áreas de siembra en torno al café. Ya se tienen compromisos para la renovación como el ICR, o líneas de créditos subsidiadas para compra de tierra para caficultores.

“Hemos tomado la decisión de destinar del fondo de insumos agropecuarios, del fondo de subsidio, dada la situación de El Niño, más de la mitad de ese fondo este año. Son $58.000 millones para subsidiar 30% de insumos para el café que vamos a ejecutar desde ya. Esperamos que al menos 87.000 caficultores accedan a este subsidio”, resaltó.

Otro de los temas tratados por la ministra fue el ICR para soca y el Fondo de Estabilización de Precios. De acuerdo con Mojica, la idea es construir en conjunto una reforma normativa que permita generar unas fórmulas que, cuando el precio del café esté alto, el porcentaje sea superior para ir ahorrando; que se genere variable de forma dinámica es la apuesta, y no sobrecargar la parafiscalidad y restarle valor al fomento.

“La asociatividad es la gran apuesta nuestra. No hay manera de lograr el desarrollo agropecuario y agroindustrial sin un sector fuerte productivo privado y social. Y dentro de este sector, el caficultor es el más robusto”, afirmó.