Huertas comunitarias: las semillas del cambio ambiental para una ciudad más verde

La crisis climática actualmente es compleja debido a un sinfín de razones, entre los que se cuentan la quema de combustibles como la gasolina, tala de árboles, el mal manejo de residuos orgánicos y no orgánicos. Según la lista de IQAir, la capital colombiana se encuentra en el puesto 63 de las ciudades más contaminadas del mundo, por lo que es importante encontrar medidas para mitigar el daño ambiental.

Es por esto que las huertas comunitarias se han convertido en un factor clave a la hora de reducir la contaminación de Bogotá gracias al secuestro de carbono, además del nivel de compostaje que generan y los residuos orgánicos que ya no están llegando a los botaderos. Gracias a ellas, actualmente son el lugar de la producción y cosecha de plantas para consumir frutales y aromáticas. Además de ayudar a nivel ambiental, también se han convertido en un factor clave para generar empleo a partir de los alimentos y plantas aromáticas que sirven como ungüentos o remedios caseros que generan las huertas.

Son cerca de 13.000 huertas activas en Bogotá que ayudan a que alrededor de 2.000 metros cúbicos de residuos no terminen en el botadero de Doña Juana, es por esto que muchos de estos espacios son considerados pulmones dentro de la ciudad que permiten la purificación de aire y mejoras en la calidad del agua.

Por supuesto, aún hay mucho camino por recorrer, pero los cambios sociales, de conciencia y ambientales que han traído los agricultores son importantes, pues su manejo de recursos naturales es elevado, por ejemplo, ellos proponen como método de siembra la hidroponía que permite producir alimentos en condiciones de control que garanticen el buen estado de los alimentos, que posteriormente serán consumidos.

Así mismo, estas huertas han permitido que exista un tejido social, gracias a los procesos participativos que ejercen, pues como su nombre lo indica, el factor comunitario permite que cualquier persona que quiera trabajar allí para ayudar ambientalmente lo puede hacer y aprender para que posteriormente pueda hacer su propia huerta en casa.

Finalmente, el reciclaje es otro de los factores importantes allí, pues en estas huertas se utilizan todo tipo de materias y objetos como macetas. Estas dinámicas generan lugares de segundas oportunidades en todo el sentido de la palabra, ya que se reconstruyen personas, familias y se aprovechan objetos que en algún momento se catalogaron como basura.

*Escrita por Juliana Ramos Mosquera