Estas son las claves para sacarle el jugo a la bioseguridad en sus fincas porcícolas

La producción porcícola viene en aumento en el país. Según cifras de Porkcolombia, en 2021 se produjeron 491.244 toneladas de carne de cerdo y el consumo per cápita cerró en 12,2 kilos. En esa línea, con corte al mes de septiembre, se ha producido 383.535 toneladas de esta proteína en el país.

La porcicultura es una actividad que genera, en promedio, cerca de 150.000 empleos en el año. Dada la importancia económica de este sector, es importante enfatizar en aspectos de bioseguridad para garantizar una producción animal sostenible.

Álvaro Cobo, director de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal en Colombia, mencionó que en la producción porcícola se debe priorizar el bienestar animal. “Los productores de carne de cerdo deben priorizar en el desarrollo de un proyecto porcícola que permita maximizar el bienestar de los animales. Son muchos los factores que intervienen, desde la higiene hasta el manejo del ambiente y la sanidad, que son fundamentales para garantizar la producción y calidad del producto”, afirmó.

Resulta fundamental la implementación de estrategias preventivas para procurar reducir el ingreso de agentes infecciosos que provocan enfermedades. Si no se controlan a tiempo dichos agentes, pueden propagarse rápidamente, llegando a causar importantes pérdidas económicas a los porcicultores e influir negativamente en la calidad del producto que recibe el consumidor final.

En ese sentido, MSD Salud Animal en Colombia, empresa dedicada a la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de productos innovadores y de gran calidad para la salud animal, compartió algunas recomendaciones para garantizar la bioseguridad en el proceso de producción.

En primer lugar, se recomienda implementar procesos de vacunación y desparasitación adecuados. Es necesario establecer una pauta de vacunación y desparasitación adaptada a la situación sanitaria de los animales, para evitar la aparición de otras patologías y enfermedades de mayor relevancia.

Se debe supervisar adecuadamente el ingreso de nuevos animales. No se debe incorporar animales nuevos a la granja sin conocer su estado de salud. Es importante exigir los certificados de sanidad pecuaria respectivos. El corral se debe mantener limpio y desinfectado. La limpieza y la desinfección periódica de las instalaciones, utensilios y material son puntos claves para evitar la propagación de patologías.

El porcicultor debe de usar ropa adecuada en la granja. Se debe establecer de manera rigurosa un protocolo de ingreso para los visitantes y personal. Es importante la obligatoriedad de emplear sustancias higiénicas y antisépticas para lavarse el cuerpo y las manos cada vez que se vaya a ingresar a las instalaciones.

Respecto a los factores de sanidad que resalta la empresa, Santiago Marín coincide y añade que se debe tener en cuenta que cada cerdo debe tener un área mínima de descanso para optimizar su crecimiento. Para mantener una buena salud en el corral, Marín también enfatizó en la importancia de la bioseguridad y de realizar un monitoreo constante de patógenos.

"Existen patógenos virales para cuales ya existen vacunas. Pero lo más importante es el tema de la bioseguridad, para poder tener un control sobre las posibles enfermedades. Para esto una herramienta importante son los laboratorios de diagnósticos con los que cuentan algunas universidades, pues permiten llevar un monitoreo de patologías", agregó.

El experto también afirmó que deben contar con una buena alimentación y una buena iluminación. Se debe garantizar que no estén expuestos a inclemencias climáticas y que tengan un acceso a agua potable. Estas condiciones de bienestar animal pueden reducir la probabilidad de que los cerdos muestren conductas de agresividad.