Conozca los manejos que debe tener en cuenta para los cultivos de cebolla larga

Aunque la cebolla larga es originaria de Asia, es una de las hortalizas de mayor consumo en el mercado local. En Colombia, su producción se estableció desde hace décadas en la cuenca del lago de Tota, donde se cultiva entre 60% y 80% de la producción nacional, según las cifras de Agrosavia.

El centro de investigación contó que la cuenca de este afluente está conformada por los municipios de Aquitania, Cuitiva y Tota, donde se concentra la mayor parte de esta producción. Además, guarda el recurso hídrico de nueve municipios de la región.

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Esta hortaliza pertenece al género allium e incluye cerca de 780 especies, y es una de las mas consumidas junto a la cebolla de bulbo y el ajo, según explicó Agrosavia. “Son las plantas comestibles más importantes de este género en el mundo, reconocidas por su olor y sabor picante característico debido a los compuestos volátiles y órganos sulfurados que posee”, dijeron desde la entidad.

Por su elevado consumo per cápita y su importancia para la región boyacense, desde Agrosavia desarrollaron un modelo productivo para incrementar los rendimientos de la siembra, hacer un manejo fitosanitario eficiente y hacer rentable el negocio.

El centro de investigación desarrolló dos variedades que están registradas en la entidad: la Corpoica Aquitania 1 y Agrosavia Tota 1.

“Son variedades al material genético regional conocida como pastusa, que se usa en 68% en las regiones productoras del cultivo. La variedad ofrecida por Agrosavia tienen ventajas al incrementar los incrementos de rendimientos del cultivo, poseer una moderada resistencia a los principales problemas sanitarios de la zona y ofrecer atributos de uso tanto para consumo culinario como para el procesamiento agroindustrial”, explicó María del Socorro Cerón, investigadora máster senior de Agrosavia.

Para el correcto manejo agronómico de estas variedades en terrenos planos, la preparación debe hacerse con una arada, una rastrillada y un surcado manual, mientras que en áreas con pendientes mayores a 7% se recomienda el uso de tracción animal.

“La semilla debe ser uniforme con pseudotallo de buena calidad y sanidad, es necesario descalcetar para su posterior desinfección radicular, se recomienda sembrar a distancia de 40 cm entre plantas y 80 cm entre surcos, lo que representa una densidad de 31.250 plantas por hectárea”, explicó José Molina, profesional de apoyo a la investigación de Agrosavia.

El experto agregó que, a los 30, 60 y 90 días después de la siembra, se realiza el control de arvenses, que consiste en hacer remoción del suelo usando las malezas para formación de surcos. Luego, a los 120 días, se hace el aporte definitivo que favorece el desarrollo de pseudotallos.

Según Agrosavia, es clave conocer las características físico químicas del suelo antes de sembrar, hacer un plan de fertilización con base en la proyección del rendimiento, los requerimientos nutricionales de la planta, el análisis del suelo, la etapa fenológica y la eficiencia de cada fertilizante e integrar tecnologías de fertilización orgánica, química y biológico de forma edáfica o foliar.

Algunas enfermedades de cuidado

Las enfermedades de importancia económica de la cebolla de rama son el tizón, el secamiento de puntas, la mancha blanca foliar, la mancha purpura, la cenicilla y la que causa mayor efecto en la región es la pudrición radicular causado por nemátodos y bacterias.

Las plagas que se presentan en épocas secas son los ácaros, chizas, entre otras. En épocas de lluvias, aparecen babosas, para las que se usan atrayentes o cebos naturales o cal y sales agrícolas.