Con huertas urbanas, desde el Jardín Botánico se lidera cambio ambiental en Bogotá

El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) José Celestino Mutis desarrolla con éxito el programa de huertas comunitarias que, en la actual administración Distrital, se denomina Agricultura Urbana y Periurbana Agroecológica en la ciudad.

Esta iniciativa está contemplada en el Plan de Desarrollo “Bogotá Camina Segura” que lidera el proyecto 8018 “Fortalecimiento de la agricultura urbana en el Distrito Capital como estrategia de adaptación al cambio climático y dinamización económica Bogotá D.C.”.

Para lo cual, realiza sus actividades en las 19 localidades urbanas del Distrito Capital, con oferta de servicios de capacitación básica y especializada en temas de agricultura y afines como transformados, gastrobotánica, emprendimiento, marketing, bancos de semillas, entre otros. De igual manera, se da asistencia técnica a las huertas urbanas y periurbanas en los espacios en que se encuentren; ya sean privados, comunitarios, institucionales o escolares, y se fortalecen con entrega de insumos y herramientas menores a las huertas familiares, escolares, institucionales y las comunitarias.

Ha sido tan importante su desarrollo que en la pasada COP16, que se realizó en octubre en Cali, se abrió un espacio muy importante para visibilizar los aportes de los jardines botánicos a la conservación de la biodiversidad y a la seguridad alimentaria. En este sentido, en el marco de un conversatorio realizado durante el Encuentro de la Red Nacional de Jardines Botánicos de Colombia, el Jardín Botánico José Celestino Mutis compartió el trabajo adelantado en relación con la conformación y fortalecimiento de las huertas urbanas, como estrategia de adaptación al cambio climático y dinamización económica.

“En los últimos años, el Jardín Botánico se ha convertido en líder de agricultura urbana, para brindarle a los ciudadanos alternativas que les permitan conservar la biodiversidad y al mismo tiempo, aportar una riqueza de especies en la dieta y contribuir a la seguridad alimentaria de las poblaciones urbanas”, comentó en su momento María Claudia García Dávila, directora del Jardín Botánico José Celestino Mutis.

Por su parte, Germán Darío Álvarez, subdirector de Técnica Operativa del JBB, destaca que esta propuesta contribuye con el cambio ambiental en la ciudad, a partir del aprovechamiento de residuos orgánicos caseros en la producción de abonos y sustratos para el mantenimiento de las huertas, ya sea desarrollado con técnicas de compostaje o lombricultivo.

De igual manera, toda esta importante iniciativa incentiva al aprovechamiento de aguas lluvias generando alternativas de manejo para este recurso. Otro aspecto que contribuye al tema ambiental es el manejo fitosanitario y de fertilización vegetal de las huertas comunitarias, que se realiza de manera agroecológica, con prácticas como el control biológico, siembra de plantas atrayentes o repelentes, utilización de purines e hidrolatos, de esta manera se cuida la flora y la fauna asociada sin detrimento de los polinizadores y demás organismos benéficos.

Cabe indicar que, la agricultura urbana más que ser un proyecto orientado a la producción de alimentos, busca también destacar el tema del trabajo comunitario y colectivo entre las diferentes comunidades.

¿Cómo vincularse en este tipo de proyectos?

Los interesados en desarrollar un proyecto de estas características deben ponerse en contacto con el JBB a través del correo agriculturaurbana@jbb.gov.co y un técnico de esta entidad realiza una evaluación y define el compromiso que tienen con el tema, dice Álvarez.

Una vez que surta este proceso son convocados a una capacitación para luego entrar al siguiente nivel, que es el fortalecimiento, en donde se hace la entrega de insumos y herramientas necesarias para llevar a cabo este tipo de proyectos, todo esto bajo la supervisión del JBB. Según el cálculo que tiene el JBB, actualmente en la ciudad hay aproximadamente 13 mil huertas funcionando y la meta que se tiene en el Plan de Desarrollo es llegar a contar con 25 mil proyectos de este tipo operando en la ciudad al finalizar la presente Administración Distrital.

Para este año las proyecciones son disponer de unas cinco mil huertas, observa Álvarez. Por localidades, las que más solicitaron capacitación en el 2024 fueron Suba, Ciudad Bolívar, Engativá, Usme y Puente Aranda; mientras que, en términos de fortalecimiento de huertas, Suba y Usme, fueron las que más apoyo recibieron en este aspecto.

Entre tanto, las que recibieron asistencia técnica, para determinar qué suministros (agroinsumos, elementos de ferretería, etc.) requiere un huertero, para mejorar el proceso productivo de su huerta, fueron Suba y Ciudad Bolívar.

Semillas del cambio ambiental

Debido a la necesidad de un cambio ambiental es por lo que las huertas comunitarias se han convertido en un factor clave a la hora de reducir la contaminación de Bogotá gracias al secuestro de carbono, además del nivel de compostaje que generan y los residuos orgánicos que ya no están llegando a los botaderos. Gracias a ellas, actualmente son el lugar de la producción y cosecha de plantas para consumir frutales y aromáticas. Además de ayudar a nivel ambiental, también se han convertido en un factor clave para generar empleo a partir de los alimentos y plantas aromáticas que sirven como ungüentos o remedios caseros que generan las huertas.