"La tributaria retiraría la exención de renta para plantaciones forestales desde 2023"

El proyecto de reforma tributaria que presentó el gobierno Petro en cabeza de José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, ha estado en boga de todos los gremios y sectores de la economía por la pretensión de recaudo de $25 billones y las afectaciones que podría generar en algunas industrias.

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Uno de estos sectores es el maderero, ya que la reforma tributaria radicada ante el Congreso buscaría eliminar la exención de renta para plantaciones forestales e inversiones en aserríos y plantas de transformación.

Agronegocios habló con Juan Miguel Vásquez, director ejecutivo de Fedemaderas, quien hizo una radiografía del impacto social, económico y ambiental de tomar esta medida para el sector.

¿Qué afectaciones tendría la industria y el sector forestal ante la posibilidad de eliminar la exención de renta?

Nosotros creemos que esto sería nefasto para el sector, ya que, de acuerdo con los cálculos que nosotros hemos hecho, esta medida destruiría toda la inversión de aquí en adelante en el sector forestal, de plantaciones forestales comerciales y de transformación de la madera.

Hemos observado que el impacto sobre las nuevas plantaciones, es decir, las que se hagan a partir de 2023, presentarían una reducción de 14 puntos en la tasa interna de retorno para esas inversiones.

Cuando usted como inversionista tiene tasas internas de retorno negativas, pues simplemente no quiere invertir, y calculamos que aproximadamente 170.000 empleos se perderían progresivamente y, en términos de captura de carbono, serían ocho millones de toneladas perdidas.

Entonces para el sector también se va un costo de oportunidad muy alto porque se elimina la posibilidad de combatir la deforestación con una estrategia de crecimiento en el sector, y calculamos que unos 2,4 millones de empleos, que se podrían generar si la industria creciera, se dejarían de crear. Una posibilidad en sustitución de importaciones también se estaría perdiendo.

¿Qué alternativas propone el gremio?

Nosotros somos conscientes de que el ministerio de Hacienda y el director de la Dian han dicho que propongamos alternativas, y nosotros radicamos en la Comisión Tercera de Senado y Cámara y en esas entidades, un análisis muy sencillo de beneficio-costo donde le decimos al Gobierno que si retira la exención lo que percibiría a precios de 2021 serían $81.000 millones, lo que representa 0,3% de la meta de recaudo de $25 billones.

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A parte de eso no va a recibir el impuesto en 2023, porque las plantaciones forestales nuevas que se siembren el próximo año van a generar unas ventas y una renta hasta 2032, es una medida muy marginal que va a empeorar al sector.

En cambio, si se deja la exención de renta y logramos aumentar el numero de plantaciones forestales actuales a unas cifras que el mismo Gobierno ha establecido como de actitud forestal, calculamos que, en diez años, por el impuesto de renta de los bonos carbono, que se generan con la captura de esa mayor cantidad de plantaciones forestales, va a recibir $1,2 billones, que es casi tres veces de lo que llegaría en el hipotético caso de que siguiéramos con las plantaciones forestales creciendo en esa misma cantidad, entones esa relación beneficio-costo es lo que le hemos demostrado que sería una alternativa mejor.

¿Hasta qué año proponen que se debería extender la exención de renta para el sector forestal y maderero?

Actualmente está hasta el año 2036, una medida que se tomó en el 2019, para las plantaciones o proyectos actuales. La reforma tributaria lo que dice es que para plantaciones nuevas retiraría la exención a partir de 2023. Nosotros lo que les decimos es que es necesario tener una política de Estado de largo plazo para que nos convirtamos en un segundo Chile o Brasil.

Para que eso se conserve nosotros lo que proponemos es que la exención o cualquier medida que sea similar esté hasta el año 2052 y le hemos mostrado números de lo que podría obtener el país en términos económicos, sociales y ambientales si eso sucede así.

¿Qué sucedería en materia ambiental?

En algunas conversaciones informales que hemos tenido con la ministra Susana Muhammad, lo que hemos dicho es que compartimos con el Gobierno el objetivo de combatir la deforestación; de hecho, nosotros llamamos a este programa del gremio como ‘Una Misión País Forestal’ que es alcanzar la cero deforestación del bosque natural, pero nosotros le hemos dicho y vamos a seguir insistiendo que hay muchas estrategias para combatirla.

Nosotros hemos dicho al Gobierno que no es un tema inminentemente económico, el sector forestal que representamos tiene unas ganancias para al país en términos ambientales, sociales y económicos que hay que trabajarlos integralmente, la única manera de hacerlo es que exista una política de verdad como sucedió en Brasil, en Chile y en Uruguay hace unos veinte años, una política de Estado que diga que le apuestan a este sector, así como hubo una cultura del café ahora que haya una cultura forestal.

¿Se han reunido con el Ministerio de Hacienda y la Dian para replantear este punto de exención?

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Yo sé que se han reunido con varios gremios, pero con el nuestro no lo han hecho. Hemos pedido citas que no se han dado todavía, pero si con algunos miembros del Congreso, ponentes y congresistas de las comisiones quintas y terceras donde hemos compartido una serie de documentos y de cifras.

Nosotros lo que le decimos al Gobierno y al ministro de Hacienda es que deje la exención y que revisen el Certificado de Incentivo Forestal que administra Finagro, que tiene problemas para acceso de los pequeños y medianos productores y hay una necesidad de ser actualizado en su costeo, es un incentivo que entrega un dinero para plantar por primera vez y después durante unos años hacer su mantenimiento, pero que está desactualizado y tiene un presupuesto muy bajo.

El mensaje final es muy corto: le hacemos la pregunta al Gobierno de si quiere tener una apuesta en el sector forestal y de la madera para combatir el cambio climático, la deforestación, desarrollar una bioeconomía y hacer una política de paz total; si la respuesta es sí, nosotros creemos que el aprovechamiento del bosque natural sostenible, y el impulso de las plantaciones forestales son la mejor estrategia que tiene actualmente cualquier gobierno para combatir la deforestación. Chile lo hizo y llegó a la cero deforestación, medidas como la reforma tributaria van en contravía a eso.