La chalanería, el arte de montar y disfrutar de la raza del caballo criollo colombiano

La chalanería cada vez es más popular en Colombia. En la última década, según Fedequinas, la cantidad de personas que han practicado este deporte es de 680 en 19 departamentos.

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Es tal el auge de las competencias que se realizan en ciclos cada dos años, se crearon dos categorías (A y B) para poderles dar espacio a todos los nuevos jinetes y amazonas que se forman en las diferentes escuelas nacionales.

Pero, ¿cómo se forman los nuevos practicantes? En el país hay unas 70 escuelas y clubes de chalanería avalados. En esos espacios se empiezan a formar las amazonas y los jinetes desde los dos años en actividades de estimulación temprana para crear un vínculo entre la persona y el animal.

“Entre las condiciones que deben tener para aprender esta disciplina está el amor y pasión por los caballos. En cada escuela se les da a los niños y las niñas las bases técnicas para que después, con los años, puedan desempeñarse de muy buena manera y, si ellos lo desean, competir”, comentó Ana María Mejía, directora del Club Deportivo de Chalanería Equiana, con sede en Pereira.

Ya para las válidas, los participantes empiezan a muy temprana edad. Desde los tres años compiten bajo el reglamento Internacional de Confepaso. Las categorías empiezan a los tres años en la división Cabresteritos, que no es estrictamente de competencia, sino de exhibición.

Cuando cumplen un año más, o sea a los cuatro, los participantes ya pueden inscribirse en la categoría Mini Amazonas y Mini Jinetes, que va hasta los cinco años y después sigue Preinfantiles y de esa manera, de forma progresiva, hasta los 24 años. Después siguen las competencias de mayores de 25 años. De otro lado, están las categorías paralímpicas, que tienen dos divisiones.

Una clase de chalanería cuesta, en promedio, entre $75.000 y $100.000, dependiendo de la escuela y la mensualidad puede variar entre $280.000 y $380.000, con una clase por semana. En las escuelas y clubes de formación proporcionan todas las herramientas, incluyendo los animales para las clases, aunque hay algunos menores que tienen sus propios caballos para practicar y competir.

“Para las ferias equinas se puede competir como jinete o como amazona no profesional. Y se anuncian de esa manera en los eventos.

A los profesionales los avala Fedequinas. Cuando tienen ese certificado se les expide el carné respectivo”, dijo Héctor Vergara, presidente Ejecutivo de Fedequinas.

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Confepaso, que agrupa a nueve países, realizó el Mundial de Chalanería en julio pasado en Cali. En este certamen, que se efectúa cada dos años, Colombia obtuvo el primer puesto por primera vez en la historia. Para los próximos años se busca cambiar el nombre del deporte a“equitación en caballo de paso”. Así se busca darle más reconocimiento a esta raza del animal, que es único en el mundo y un orgullo para el sector equino nacional.