El efecto que las lluvias pueden tener en la variación de los precios de los alimentos

Las predicciones agro climáticas indican que aproximadamente el 25% del área con aptitud agropecuaria presenta riesgo bajo, ante la amenaza de exceso hídrico en el trimestre junio a agosto de 2024.

Mientras que, en el trimestre de septiembre a noviembre del presente año, el 24% y 5% del área dentro de la frontera agrícola registrarán riesgo bajo y moderado. El norte y el centro del país serían las áreas más vulnerables ante esta amenaza de las lluvias, así lo revela el Boletín Agro climático, publicado por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, Upra.

“Estas condiciones lluviosas favorecen la presencia de enfermedades y pueden afectar negativamente la floración de los cultivos perennes. El riesgo crece en zonas con suelos agrícolas con niveles freáticos elevados y alta vulnerabilidad a exceso hídrico (zonas aluviales)”, advierte el informe publicado.

Tal situación es corroborada por María Helena Latorre, directora de la Cámara Pro cultivos de la Andi, quien reconoce que “todos los cultivos pueden verse afectados al haber un aumento desmedido en las lluvias”.

Es el caso de la papa, que puede darse un incremento de brotes de gota, causada por el hongo Phytophthora infestans. Esta enfermedad, en un período muy corto de tiempo -semanas- de altas precipitaciones, tiende acabar con el cultivo, porque el daño en los tejidos de las plantas avanza muy rápido.

Otro caso, es el del plátano y el banano, que, por causa de la saturación del suelo, puede haber aumento de brotes del moko, una enfermedad causada por la bacteria Ralstonia solanacearum, así como un alza en patógenos que afectan las raíces y, por ende, el crecimiento y desarrollo de los cultivos.

Además de estos factores adversos, el invierno también, puede llegar a perjudicar las siembras, con el encarecimiento de productos finales para el consumo humano.

“A medida que fenómenos climáticos severos -ya sean sequías o exceso de lluvias- afecten a los cultivos, estos reducirán su productividad y, en algunos casos, hasta perderse por completo”, indica Latorre.

Enfatiza, “estos acontecimientos aminoran la disponibilidad de alimentos frescos, lo que se traduce en un incremento de precios por mermas en la oferta”. Cabe indicar, que es arriesgado aventurarse a señalar un porcentaje en el incremento de los precios por cuenta de las lluvias, pues esto dependerá mucho de su intensidad y de la capacidad de respuesta de los productores para enfrentarlo.

Lo que sí es claro, es que a medida que el fenómeno afecte la oferta de alimentos frescos que producen las fincas, disminuye la cantidad de estos para la venta y, por ende, se ocasiona subida de precios. En términos generales y, con base en los pronósticos agro climáticos, los costos de los alimentos posiblemente no vayan a subir tanto en el sector agropecuario, porque las predicciones de lluvias no van a ser tan intensas este año, sin embargo hay riesgos latentes.