La producción limpia y sostenible se impone en la palma de aceite colombiana

Manuel Julián Dávila, presidente del Grupo Daabon, afirmó que “ya que no dependemos de energía eléctrica, solo dependemos del suelo, el sol y las palmas de aceite, lo que nos permite declararnos autosuficientes”.

Asimismo, el empresario hizo un llamado al sector palmicultor, manifestando que hay grandes oportunidades con los cultivos, cumpliendo con la responsabilidad ambiental de producir de forma limpia y haciendo un mejor planeta para las próximas generaciones.

Cabe resaltar, que el procesamiento del aceite de palma origina grandes cantidades de desperdicios sólidos, generando grandes contaminantes, tanto para ríos y canales como para la atmósfera. En consecuencia, mediante el efecto de los gases invernadero (GEI) se aporta de manera negativa a una de las mayores problemáticas en el mundo: el calentamiento global.

Sin embargo, con este proyecto en la planta C.I Tequendama de la compañía, ubicada en el municipio de Aracataca, Magdalena, se mitiga las emisiones de los GEI, atenuando sólo el metano; pero con esto, se está retirando un elemento gaseoso con 21 veces más potencial de calentamiento global que el dióxido de carbono según señaló, Felipe Guerrero, director de Sostenibilidad de Daabon.

Su funcionamiento consiste en trasladar las aguas residuales de la planta extractora a un sistema de digestores carpados de geomembrana, en el que se crea un ambiente propicio para que millones de bacterias descompongan los residuos orgánicos presentes, sin la entrada de oxigeno.

Los gases que se desprenden de este proceso, están conformados en un 65% por metano, 35% de dióxido y vapor de agua. El metano es conducido por una tubería hasta una planta que lo quema en una primera fase; después una parte del gas quemado se conecta a dos cogeneradores que producen una capacidad eléctrica de 2.2 MW (Megawatts), 80% más de la energía que requiere la planta extractora para su funcionamiento, permitiendo desconectarse de los sistemas eléctricos y logrando vender el excedente a la red de energía nacional.

Los conceptos simplicidad y replicabilidad, vienen amarrados al proyecto y la importancia de este, radica en que más que un salto tecnológico o ambiental, es un cambio cultural en el pensamiento, añadió Guerrero.

Retribución económica por reducir los gei
Este proyecto es parte de una iniciativa que lanzó hace 7 años la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) y que se llamó “proyecto sombrilla”, para conseguir bonos de carbono. Con él, Daabon puede acceder a los bonos o Certificados de Emisión Reducida (CER) que la ONU expide como retribución económica a las empresas que consiguen disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generados en sus procesos producción.