El maíz de la Sabana se fortalece con el alto consumo en los restaurantes

En particular, este sector afronta la importación de cerca de 74% de todo el maíz que es consumido en Colombia, ya sea para uso industrial (alimento de animales) o para consumo humano.

De acuerdo con cifras de Fenalce, en 2017 se produjeron 1,7 millones de toneladas de maíz blanco y amarillo, cifra muy inferior a las importaciones registradas, para ese mismo año, de 4,9 millones de toneladas (contingente y extracontingente de los TLC).

Sin embargo, hay una pequeña parte de este mercado que no se ve afectada por las importaciones y, por el contrario, goza de buena presencia en el mercado local, sobre todo al interior del país. La mazorca la vemos siempre en asaderos, restaurantes y varios platos sabaneros. Este es el maíz para consumo en fresco, que tiene buenas ventas.

Wilmar Muñoz González, agricultor del municipio de Cota, destacó la facilidad para vender este tipo de maíz, por su consumo en restaurantes y puestos de comida “esquina en esquina”, por lo que se vende fresco, sin ningún tipo de proceso industrial.

“La venta es relativamente sencilla y ventajosa. Simplemente se cosecha la mazorca, se empaca debidamente, como lo exige el mercado y en Corabastos se pone al precio del día. Hay temporadas donde se vende muy barato. A veces es a $30.000 la carga, no da los precios de producción, pero cuando está escasa los precios suben hasta $150.000 o $180.000 por carga, ahí se sufragan los costos y hay utilidad”, dijo el agricultor.

De acuerdo con el portal Agronet.gov.co, en 2017 los cultivos de maíz tradicional no tecnificado tuvieron una producción de 580.273 toneladas, un crecimiento de cerca de 38% frente al año pasado. Esta producción de logró en un área de cerca de 374.424 hectáreas.

Aunque a los cultivadores de mazorca les va bien, Carmen Julio Duarte, agrónomo de Cundinamarca, indicó que la situación es grave en las otras regiones, donde se hace el maíz para consumo industrial, es decir, alimentación de animales, como las aves y los cerdos.

“Acá en el centro del país no se tiene la problemática que se vive, por ejemplo, en los Llanos, donde las importaciones de maíz están afectando a los cultivadores locales, pues hace que los productores tengan que bajar sus precios y trabajar prácticamente a pérdida”, indicó el agrónomo.

Para entender este panorama, Henry Vanegas, presidente de Fenalce, explicó que “es una situación muy grave que estamos pasando por cuenta de las importaciones de maíz. Nuestros productores han visto perjudicado su precio”. Adicionalmente, los precios internos del grano han caído 17% en lo que va de 2018.

“Hay riesgo de traer maíz fuera de norma, que se importa diciendo que van para consumo animal, pero están apareciendo en plazas de mercado y centrales mayoristas, donde solo debería llegar maíz de consumo humano”, completó el líder de cultivadores de maíz.

TIPS

Para entender cómo se produce este grano

1. Los cultivos de maíz son muy provechosos para la tierra. De acuerdo con los expertos, este grano ayuda a mejorar los suelos. Cuando se hace la cosecha de la mazorca, se incorpora la caña al suelo y esto mejora las condiciones físicas de la tierra.

2. El tiempo de cosecha varía dependiendo cuál sea el tipo de maíz que se cultive. Los granos que son utilizados para mazorca tienen un tiempo variable. Sin embargo, pueden ser cerca de 180 días para lograr ver la tusa del maíz.

3. Uno de los factores más importantes en el maíz y que más pesa en la estructura de costos es el uso de la maquinaria y tractores adecuados para recoger las tusas. La petición de algunos de los productores es mejores precios para el acceso.

4. El país tiene un consumo de más de seis millones de toneladas de maíz. Aunque hay que aclarar que la mayoría de esto corresponde a los mercados industriales y que el consumo humano es el que se surte con la producción nacional.

Los pedidos para el nuevo Gobierno

El gremio de los cultivadores de maíz, Fenalce, ha estado liderando un pedido para controlar la entrada de granos de otras partes del mundo. Así, preocupados por las importaciones, los productores de cereales, piden que el nuevo Gobierno atienda esta situación y se evite la modificación de los contingentes para importación de granos, porque esto va en detrimentos de los productores locales. Además, el gremio ha emprendido la defensa de su sector ante otros gremios del agro.

Aunque el sector maicero está en crisis, en la sabana de Bogotá viven un panorama distinto. El cultivador Wilmar Muñoz González nos explica.

¿Cómo es el cultivo de maíz en la sabana?

El cultivo de maíz se siembra por dos razones. La primera, porque hace rotación con otros cultivos y ayuda a mejorar los suelos. La otra es su buena comercialización.

¿Cuáles son los costos de producción?

Los costos de producción para mazorca están alrededor de $2,5 millones por hectárea, eso incluye el arriendo de la tierra, la preparación del suelo, la semilla, la fertilización, que se hacen dos, una en la siembra y otra cuando está el crecimiento del cultivo.

¿Qué más gastos existen?

Los controles sanitarios, hay que hacer fumigaciones para el terreno, control de babosa, la plaga que es el cogollero. Ya después de que se poliniza, una última fumigación para control de la misma plaga. No son muchas las aplicaciones que se hacen para control de las enfermedades en los cultivos.

¿Por qué?

En este clima no hay ataques severos, pero sí hay plagas. Realmente no es un cultivo exigente, no tiene muchos enemigos el maíz. Las plagas se controlan relativamente fácil.

¿Producción por hectárea de la mazorca?

La producción de maíz por hectárea para utilizarla como mazorca puede estar alrededor de 12 a 12,5 toneladas por cada hectárea cultivada.

¿Qué tan fácil es la comercialización del maíz?

Es relativamente sencilla. Se cosecha la mazorca, se empaca debidamente, como lo exige el mercado y en Corabastos se pone al precio del día.

¿A qué precios se consigue?

Hay temporadas donde se pone muy barato. A veces es a $30.000 la carga, no da los precios de producción, pero cuando está escasa los precios suben hasta $150.000 o $180.000 por carga.