Agricultura

¿La palma en Colombia es sostenible? Una radiografía del cultivo que produce aceite

La deforestación sigue castigando a la agricultura colombiana, en especial, a los cultivos de palma, que han cargado con el estigma de la práctica
27 de septiembre de 2024
Palma
Fedepalma

Uno de los cultivos más castigados por el “fantasma” de la deforestación en Colombia es la palma. Históricamente, se ha relacionado el cultivo de la palma de aceite con tala y destrucción de bosques, haciéndolo un cultivo estigmatizado, y señalado por ser "destructor de la biodiversidad".

La deforestación sigue castigando a la agricultura colombiana, en especial, a los cultivos de palma, que aunque en el pasado se han relacionado con estas prácticas, a hoy deben de cumplir con más estándares internacionales para poder prosperar en los mercados internacionales.

En Agronegocios visitamos un cultivo de palma, en Becerril, Cesar, una de las zonas de influencia de extracción de aceite vegetal más importantes de Colombia, para identificar la verdadera trazabilidad de lo que compete la plantación, producción y rentabilidad de la palma colombiana.

¿La palma es sostenible?

El monitoreo de deforestación en el territorio va por parte del Ideam, sin embargo, los últimos datos actualizados reportan data de 2021, por lo que lo medidas muy antiguas que no permiten “leer” el estado en que se encuentra el cultivo con relación a esta práctica de tala y destrucción de zonas boscosas.

Nicolás Pérez, presidente de la Federación Nacional de Palmicultores, Fedepalma, explicaba que si bien la palma se ha visto como un cultivo “altamente deforestador”, un monitoreo mensual, que entrega una “foto” sobre 16 millones de hectáreas, que es un rango de alrededor de 50 kilómetros en cada cultivo de palma, les asegura que menos del 1% de los cultivos tienen alguna alerta de deforestación.

“De las 600.000 hectáreas que hay, menos del 1% tiene alguna alerta de deforestación, que son 4.000 hectáreas. Tenemos una firma europea que nos ayuda a sustentar esas afirmaciones”, dice Pérez, durante la visita de campo.

¿Cómo ha sido el cultivo de palma?

En el caso colombiano, la palma lo que ha hecho es sustituir áreas que se dedicaban a otros cultivos. “Empezó con el cultivo del algodón, ha seguido con otros cultivos transitorios como arroz, y, sobre todo, muchas tierras dedicadas a la ganadería extensiva, y todo esto ha estado relacionado con la frontera agrícola, entonces no ha habido un relacionamiento de ese cultivo con la deforestación”, añade Nicolás.

La relación de la deforestación con el cultivo de palma ha sido un estigma puesto por la competencia internacional, cuentan desde Fedepalma.

“Desde Asia se habría querido desacreditar al aceite de palma, y esto se debe a que este producto es muy eficiente en su producción con un bajo costo, y los productores de los otros aceites vegetales, que todos se producen en Europa y Norteamérica, encontraron las formas de desacreditar su competencia”, complementa.

La palma en Colombia es sostenible

Las prácticas que promueven desde el sector palmicultor es la replicación de biodiversidad como actor que coexiste con el cultivo. “Algunas personas piensan que la palma es un monocultivo, y creen que la única especie que hay en un cultivo de palma es la palma, pero cuando uno visita un cultivo de palma en Colombia, se da cuenta que hay la coexistencia de otras especies vegetales que nos ayudan a coberturas del suelo (cazzu), que nos ayudan a retener humedad y demás”, describe el presidente de Fedepalma.

Por ejemplo, las plantas nectaríferas son necesarias en los cultivos. Desde la palma se necesita atraer insectos benéficos que polinizan la palma, o que son control biológico de plagas en el cultivo, pero también otras especies animales.

“Nosotros dependemos de la polinización de unos insectos que son los cucarrones camerinos. Si nosotros no tenemos el entorno para que ellos se reproduzcan, entonces no tenemos polinización, no hay palma. Ese tema de biodiversidad es desconocido, y en otras partes sí se promueve mucho que la palma sea el monocultivo. Esto es una cuestión de pedagogía hacia el producto colombiano”, cierra.

La finca certificada con APS

Lo que se ha hecho estos años desde Fedepalma es construir una estrategia de manera integral llamada Aceite de Palma Sostenible en Colombia (APS), que incluye un mecanismo de certificación de productores.

En Becerril, Cesar, Nelcy Daniris, la propietaria de la Finca Socomba, palmera, fue una de las primeras pequeñas productoras certificadas bajo ese esquema, que incluye las tres dimensiones de sostenibilidad: deforestación, manejo de agua; tema social (formalización laboral), y el tema económico, que es estrictamente productivo.

Ella heredó la finca de su padre, quien fue asesinado por las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, hace más de 20 años, por lo que decidió seguir el legado de su padre a través de Fedepalma y el Grupo Oleoflores, Hoy Nelcy hace parte de la Junta Directiva de Fedepalma, en representación de los productores colombianos.

Actualmente, la finca en lo que lleva de 2024 va registrando 14,85 toneladas de aceite, y esperan cerrar el año en las 26,2 toneladas. Dentro de ella, todos sus trabajadores tienen contratación laboral formal, en el caso de Becerril, hay una escuela para los hijos de los palmicultores que recibe el apoyo de Fedepalma con actividades de aprendizaje y concursos artísticos.

El Grupo Oleoflores es uno de los actores que participa en la construcción de alianzas sociales, y hace, además, un acompañamiento técnico a las comunidades palmicultoras.

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