Agricultura

Los 40.000 árboles de café de la finca Casa Portones en San Bernardo, Cundinamarca

De una extensión de 12 hectáreas, siete están destinadas para el cultivo de café bajo sombra
Por:
Daniella P. Rodríguez
24 de abril de 2024

El café sigue siendo la bandera del campo colombiano, y, de hecho, está siendo tema de agenda desde que inició abril.

La alta temperatura y las fuertes sequías en todo el mundo están desplazando sus consecuencias a una de las materias primas de mayor comercio: el cacao y el café, y en este caso vamos a hablar del café de Colombia, de origen arábica.

El café empezó con su senda alcista por una de las razones comunes del cacao: sequía y envejecimiento de cafetales en Vietnam, el segundo productor del mundo. Los futuros del café robusta de Londres, el punto de referencia mundial, subieron más de 50% el año pasado, a alrededor de US$3.500 la tonelada.

Además, la demanda está creciendo en mercados que hasta ahora no eran consumidores masivos de café, como China, con un aumento de 130%.

Desde que comenzó abril, los futuros del robusta, el tipo de café más barato utilizado en bebidas instantáneas, subieron 2,4% hasta el máximo en datos que se remontan a 2008. Los precios han subido 5,4% en la última semana del 19 de abril, y han sido impulsados por una menor producción en Vietnam.

El mercado del café también ha sido respaldado por la salida de los fondos de cobertura del mercado del cacao, donde grandes déficit han disparado los precios, y se han volcado en el café. Pero este repunte en precio coincide con la salida a las calles a modo de protesta de varios cafeteros, en su mayoría medianos y pequeños productores en Colombia.

Los cafeteros exigen que el precio de carga interna de café, que alcanzó los $1,78 millones al cierre de 18 de abril, sea sobre los $2 millones para que no se fueran a pérdidas.

Y, precisamente hablando con medianos y pequeños productores de café, está el propietario de la finca Pedregal - Planadas, en la vereda Portones, en inmediaciones del municipio de San Bernardo, Cundinamarca.

Esta zona, en principio, tiene la característica de que casi 90% de la cosecha va hacia la Central de Abastos en Bogotá, por lo que la hace una región próspera para la provisión de alimentos de más de 1.600 metros sobre el nivel del mar.

Pero esta finca tiene algo aún más característico y coincide con la agenda del agro en Colombia: el agro turismo. El predio es también un hotel boutique. De una extensión de 12 hectáreas, siete están destinadas para el cultivo de café bajo sombra, lo que quiere decir que Casa Portones, como se llama el Hotel, se apoya con otros cultivos para la sombra que necesita el grano.

En total, hay 40.000 árboles de café, 500 de naranja, unas 30 plantas de guanábana, 50 de mandarinas y 200 de banano y 200 de plátano.

La producción de café equivalente es de 40 cargas por 125 kg anuales, y exportan cerca de 80 libras mensuales.

LOS CONTRASTES

  • Germán BahamónPresidente de Fedecafé

    “Cada vez más vemos en nuestras tiendas, para explorar los mejores perfiles de taza y que estas promuevan la sostenibilidad social”.

  • Gustavo GómezDirector de Asoexport

    “En este momento, con los precios en máximos, una de las explicaciones es que hay mucha demanda y poco café, pero esto puede ser una modalidad temporal”.

Y, además de la consolidación de Casa Portones como Hotel Rural Boutique, la producción cafetera de la finca está destinada para la marca Casa Portones, quienes recién abrieron su primera tienda en Bogotá. Valeriano relata que el cultivo de café en sombra es imprescindible en su calidad. “El tema de tenerlo bajo sombra nos mejora la calidad, y nos disminuye la cantidad, entonces estamos es enfocados a la calidad principalmente porque no genera pasilla”.

Además, el café es 100% agrológico, lo que significa que no hay ningún uso de componentes químico en su fertilización.

La región, contraria a la del Eje Cafetero, tiene sus ciclos de cosecha en los meses de abril, mayo y parte de junio.

“Desde la floración hasta la cosecha pasan nueve meses. Aquí continuamente estamos haciendo el “reré”, que es todo el tiempo estar recogiendo solo grano maduro, y es la manera en como controlamos la broca en las plantas”, explica Eduardo.

Lo que hace al café de sombra uno de los cultivos más amigables con el ambiente es la cantidad de árboles de variadas especies y alturas que dan sombra al café.

Además del café, los cafetales bajo sombra ofrecen valiosos servicios ecosistémicos como la captación y retención del agua de lluvia, el secuestro de carbono, la producción de oxígeno y la conservación de la biodiversidad, potencial indispensable para la diversificación productiva.

Esto, además, se presenta como un cultivo de menor impacto, y más acorde a las condiciones climáticas de sequías y calor que le urge al planeta plantear para hacerle frente a las consecuencias. De hecho, expertos explican que un ejemplo de manejo del sistema tradicional que mitiga GEI, es el cultivo de café en sistemas agro forestales, o como comúnmente se le conoce, café bajo sombra, siendo, así, una alternativa.

Así compensa el café de sombra

Los sistemas agrícolas multifuncionales, como los sistemas agro forestales de café, pueden almacenar hasta 195.60 t ha-1 de carbono orgánico total (biomasa aérea + carbono orgánico del suelo) en climas tropicales. En cafetales, se ha demostrado que el cultivo de café bajo sombra tiene la capacidad de mantener el contenido de carbono orgánico total bajo escenarios de cambio climático, debido a la permanencia del estrato arbóreo y arbustivo de algunas zonas del país.

La diversidad de árboles y arbustos dentro de los cafetales tienen la capacidad de proteger al cultivo ante el aumento de fenómenos extremos recurrentes (lluvias y sequías”.

La finca reúne tres componentes: turismo, sostenibilidad y productividad agraria. Eduardo Valeriano, propietario de la finca y creador de la marca de café agrológico Casa Portones, explicó cuánto produce el predio, y los planes a futuro.

¿Cuánto puede producir la finca?

En una buena cosecha, producimos hasta 40 cargas anuales, y de allí destinamos cerca de 80 libras mensuales para ser exportadas.

¿Cuál es su negocio?

Nosotros tratamos de enfocarnos en el agroturismo, y en la productividad del café orientada a la marca, y, en este caso, nos enfocamos en la construcción de un panorama sostenible desde la operación del Hotel.

¿Cómo?

Por ejemplo, tenemos depósitos de 250.000 litros, que nos da una capacidad de dos meses de verano, y esta agua se utiliza para baños y lavandería.

¿Cómo les va con el café?

Yo trato de fijar el precio de carga interna sobre la base de los $2 millones para que no hayan pérdidas. La bolsa de café de la marca en este momento está sobre los $30.000, y la idea es seguir ampliado el panorama para ubicar más puntos en Bogotá.

¿Por qué el cultivo en sombra?

El tema de tenerlo bajo sombra nos mejora la calidad, y nos disminuye la cantidad, entonces estamos es enfocados a la calidad principalmente porque no genera pasilla.

En esta región, la cosecha fuerte es abril y mayo y parte de junio, es el contrario del año cafetero, que es octubre, noviembre y diciembre, lo que también nos ayuda un poco con el mercado de la oferta y demanda.

¿Cuánto tienen de café?

De las 12 hectáreas de extensión, siete están destinadas a café. Actualmente tenemos 40.000 árboles de café, 500 de naranja, unas 30 plantas de guanábana, 50 de mandarinas y banano 200, y de plátano otros 200.

¿Cuál es el valor agregado del Hotel Rural?

Al turista lo traemos y le enseñamos a tostar café, a hacer pruebas de los diferentes métodos. Aquí estamos enfocados en café y hotel, y el resto de cultivos es lo que nos ayuda durante los meses que no hay cosecha para mantener la finca, y con eso pagamos jornales y con eso damos trabajo.

¿A cuántos les dan trabajo?

De 4 a 8 personas unos 2 o 3 jornales semanales, y principalmente son mujeres. Regularmente siempre hay unas 4 o 5 mujeres recogiendo. El jornal lo estoy pagando a $60.000

¿Cuáles son sus planes a futuro?

Dentro de la junta de Acción Comunal estamos incentivando a la vereda para llevar a unos proyectos sostenibles, entonces si hay 100 casas en una vereda, entonces que cada una tuviera una habitación, con todo el confort, su baño privado, para que pueda recibir a una pareja o una familia, y esto sin necesidad de cambiar su forma de vivir.

¿Cómo será la expansión?

Ya no nos vamos a afanar en tener muchas habitaciones, sino en que todos tengamos lo que podamos atender. El servicio debe ser de calidad, entonces nos estamos preparando.

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